miércoles, 7 de febrero de 2018

The Shape of Water - 2017


Director: Guillermo del Toro

El pasado fin de semana la hermana de mi mamá se puso generosa y ella, mi abuelo, dos de mis primos y yo fuimos al cine a ver "Three Billboards Outside Ebbing, Missouri" y "The Shape of Water", cortesía de ella, por lo que se podría decir que fue un fin de semana de película (ba dum tss). Casualmente, ambas están en la carrera por los Oscars (en una de las ediciones más aburridas y acomodaticias que recuerde, aunque haya una "de terror" y/o "de negros"), y ya son cuatro las películas que he visto de las nueve nominadas, aunque a mí como si viera llover. El caso es que acá estamos con lo último de Guillermo del Toro, que después de "El laberinto del fauno" no ha podido cosechar las mismas unánimes alabanzas y tuvo que ver cómo "Pacific Rim" y "Crimson Peak" pasaban con más pena o indiferencia que gloria (esa impresión me dio a mí, al menos). En fin, los arco iris siempre son bonitos pero no llevan a ningún lado.

¡hey! ¡este plano ya lo había visto en "Sin amor"!
Me fijé bastante en cómo se veía la imagen de cada película en una pantalla grande; me refiero a la relación de aspecto: la de McDonagh es una imagen panorámica de 2.35, mientras que la de del Toro es de 1.85, el estándar para cine. La diferencia es deslumbrante, y sumamente importante.
"The Shape of Water" (bello título, claro que sí) es una película simplecita... pero bonita. Realmente no puedo decir mucho más. Es la historia de una mujer muda que trabaja como auxiliar de aseo en uno de esos laboratorios "secretos" de Estados Unidos que un buen día se enamora de una criatura marina (o anfibia) antropomórfica capturada por el malvado y sádico Michael Shannon. La criatura tampoco habla, pero se entiende perfectamente con la muda. Sin palabras mediante. Qué bonito eso, eh, de que el amor se transmita sin palabras. Igual hay un lenguaje ahí, pues la muda le "habla" a la criatura con señas, pero sí, definitivamente entiendo la tierna figura literaria empleada por del Toro. El caso es que la criatura tiene los días contados y la muda hará todo lo posible por salvarlo (y entre medio tendrán sexo). El relato es bastante arquetípico y previsible, supongo que LA gracia es que hablamos de una historia de amor entre diferentes especies (bestialismo), y que la película tenga tantas nominaciones muestra lo mucho que estamos avanzando como sociedad en temas de tolerancia y diversidad. Ja, ja, no me hagan caso, sólo estoy fastidiando. El bestialismo es una sincera y casi infantil metáfora sobre el amor verdadero y esas cosas. Bah, para qué tanta lectura. Si no fuera porque vemos a Sally Hawkins masturbándose (pero de lejitos), o porque vemos una anti-erótica y relativamente explícita escena de sexo entre Michael Shannon y su sumisa esposa (la animalidad y cuasi unilateralidad del acto obviamente contrasta con la dulzura poética del compenetrado encuentro sexual de la muda y la criatura), o porque el mismo Shannon hace referencias onanistas, además de alguna que otra escena deliberadamente truculenta y escabrosa (sangrienta), "The Shape of Water" podría ser perfectamente una película para niños sello Disney superfluamente "adulta", una re-imaginación de "La bella y la bestia" que, a pesar de estar situada en los sesenta y tener la tensión de la Guerra Fría como telón de fondo (pura decoración; creo que el mismo director lo admite), "habla" sobre algunos de los presentes males de la sociedad (ciertamente, los que más están en la palestra). Por ejemplo, ahí está el bueno de Richard Jenkins haciendo de solitario viejo homosexual que llegado el momento es rechazado por un sujeto (del cual podría inferirse que odia a los homosexuales), y para qué hablar de la simpática Octavia Spencer y el indolente y displicente esposo que debe atender todos los días luego de trabajar una jornada completa limpiando los desastres de los investigadores y científicos. Y claro, el mismo Michael Shannon parece representar lo monstruoso del hombre estadounidense, como una versión deforme del mismo; del sueño "americano" o del american way of life, como un reflejo deformado de esa utópica cosmovisión gringa. Sin embargo, como todo cuento infantil, ¿cómo termina la historia? Y... vi... vie... ron... ah, you know the deal.
En fin, "The Shape of Water" es una efectiva película que mezcla varios tipos de narrativa teniendo como eje central lo fantástico aunque el motor sea el amor romántico (hasta se cuela por ahí un innecesario número musical, maldita sea). Sí, la película es simplecita... pero bonita, aunque ya se haya contado un montón de veces. Aún así, se ve sin problemas, cumple lo poco y nada que promete, no tiene desperdicio, etc. Pero...
...¿de ahí a darle más de diez nominaciones y considerarla una maravillosa obra maestra? Maduren, ¿quieren?
...¡ahí no!...

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