domingo, 10 de diciembre de 2017

Dunkirk - 2017


Director: Christopher Nolan

"Dunkirk", la última película estrenada por el señor "critico a Netflix pero luego ay me arrepiento porque hacen un gran trabajo y no quise decir lo que quise decir porque parece que todavía no tengo edad suficiente para saber qué estoy diciendo cuando lo estoy diciendo", y es que estamos rodeados de gente que dice algo y luego sale con que no quiso decir aquello, que se le entendió mal o que no se dio cuenta de la dimensión de sus palabras. Al menos Tarantino no va a salir a disculparse tras señalar la notoria falta de compromiso de los consumidores de Netflix, pero a estas alturas Tarantino no es ninguna autoridad moral. Demonios, viejo, ando bélico estos días, ja, ja. "Andai en la bélica oe, debe ser la calor oe", me diría un antiguo compañero de colegio. Ya, tranquilicémonos y hablemos de lo último de Christopher Nolan, a ver qué tal. Mañana será otro día y comienza una nueva semana, a ver qué tal.


Je... Je, je... Ja, ja, ja, ja, ja... ¡JA, JA, JA, JA, JA, JA!
Ay... Perdón, pero es que leí que "Dunkirk" es considerada la mejor película de Nolan, aunque el chiste es que algunos la elevan como... ¡la mejor película bélica de la historia! No nos vamos a poner bélicos nosotros y agujerear esta película de cabo a rabo, porque para qué estamos con cosas, Nolan dirige de manera pulcra, precisa, limpia, como un alumno aventajado (y por aventajado quiero decir mateo, serio, rígido), feliz de entregar un trabajo complaciente y correcto, quizás demasiado correcto y "perfecto", aparentando no tener falla alguna bajo ese fingido manto de estremecedora épica y hueca belleza visual. Qué digo, viejo, si la película está bien resuelta (el argumento comienza, avanza y termina), mantiene la atención (aunque no el interés) y el relato se desarrolla mediante una curiosa estructura temporal (la cual no sé si se pensó desde el guión o si salió del montaje) que queda, ya digo, como una curiosidad más que como una suerte de, no lo sé, reflexión o experimentación sobre la muerte o el tiempo o qué-sé-yo. Y de la guerra, bueno, no se dice mucho, salvo una que otra línea de diálogo, algo tímida, que sugiere que los altos oficiales son incompetentes y que la guerra no sirve para nada, pero qué son un par de febles líneas conciliadoras dentro de una grandilocuente y ambiciosa partitura muda. Lo cierto es que casi medio millón de soldados ingleses están atrapados en la playa de Dunkerque esperando a ser rescatados, aunque tal empresa parece imposible, pero de todas formas hay que intentarlo y asistimos a la epopeya desde tres perspectivas: la de un aviador (Tom Hardy en el papel más fácil e inane de su vida) que derriba aviones alemanes que intentan sabotear los intentos de escape de los ingleses bombardeando sus barcos; la de un joven soldado raso inglés que hará todo lo posible para salir de esa playa que es como una trampa mortal; y la de un viejo marino que pretende ir a rescatar a los soldados varados con su humilde yate (porque los ingleses no quieren mandar sus propios barcos así que mandan los de la gente común y corriente, garantizando una indemnización supongo).
Aire, tierra y mar. También hay, además de tierra, viento y fuego.
"Dunkirk" es como una escena de acción alargada durante casi dos horas, una propuesta que supuestamente apela a lo sensorial como motor narrativo, una película que sólo busca transmitir sensaciones inmediatas (urgencia, miedo, uh..., ¿qué más?) y que para ello se vale de efectos, puros efectos, efectos sonoros, visuales, de montaje, etc., pero que decididamente descuida personajes y emociones, y digo yo que el efecto no es nada sin emoción, entonces uno, qué, ¿debe estremecerse o sobrecogerse por las explosiones, por la arena que sale expelida en todas direcciones, por los agujeros de bala que se forman al lado de uno, por la panorámica aérea de la playa o del mar?, ¿uno debe sentir empatía por el personaje que más aparece en pantalla, sólo por su presencia, aunque no sepamos absolutamente nada de él y sólo lo veamos ir de allá para acá, haciendo cosas?, porque si es por eso me voy a jugar la última entrega de "Call of Duty". Si me preguntan cuál es el conflicto de esta película no les sabría responder, porque "Dunkirk" se aprovecha de La evacuación de Dunkerque sólo para mostrarnos a un tipo pilotando, a otro corriendo y al otro en altamar. Lo dicho: los efectos me resbalan y un espectáculo visual gratuito me estremece y emociona tanto como una clase de geometría, y es que sin personajes, sin historias y sin conflictos, ¿cómo quieren que una simple seguidilla de acciones adquieran valor cinematográfico? Y, tratándose de Nolan, agreguen a la ecuación la realización melosa, la cursilería barata y la moralina patriotera de manual. Para destacar algo, hay dos o tres escenas verdaderamente tensas, pero no duran mucho y se ven consumidas por este empalagoso tono solemne y gris.
En palabras simples, la película comienza bien, interesante, pero, a fuerza de repetición y reiteración, acaba por banalizar el horror de la guerra y, por si fuera poco, uno termina cansado y pensando si a alguno de los soldados lo espera una novia en casa o algo así, posibilidades mucho más entretenidas que ver un avión persiguiendo otro avión (decir que dichas secuencias son "batallas" es una exageración insultante). No soy experto en el género, pero dudo que "Dunkirk" sea una película bélica. Sirve para pasar el rato, supongo... Por lo demás, estoy seguro que mucho material quedó en la sala de montaje lisa y llanamente porque no pudieron encajarlo en el corte final: problemas de continuidad, exceso de planos similares, acciones redundantes, etc...
Y si nos ponemos serios, ¿de verdad les resulta convincente y creíble que el gran antagonista, en lo práctico, sean sólo dos aviones alemanes, y que 300.000 mil soldados ingleses sean salvados por una docena de pequeñas embarcaciones pesqueras que llegan repentinamente? No me tomen el pelo, por favor... A propósito del "repentinamente", resulta terrible que Nolan sea tan torpe con el manejo del espacio y el tiempo, elementos esenciales para generar tensión. ¿Dónde está el sentido de la expectativa, del ritmo? Acá solucionan la falta de puesta en escena con un burdo ejercicio de montaje paralelo. De no creer...

...mucho ruido y pocas nueces...

4 comentarios :

  1. Pues sí que es increíble lo que sucedió en aquella playa francesa, los historiadores militares no aciertan a entender cómo el ejercito alemán no remató la faena y en vez de eso permitió que cientos de miles de soldados se salvaran, combatientes que no tardarían mucho en volver al frente de batalla. Quizás Hitler empezó a perder la guerra allí. En cualquier caso la película me gustó, creo que Nolan consiguió una cinta que se sale un tanto de la norma para los filmes de guerra y la única pega se la pongo al tratamiento patriótico del episodio bélico. Pero en este género es muy complicado encontrar cintas imparciales: la Historia la escriben los vencedores.
    Saludos.

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    1. En todo caso ahí está la gracia de las hazañas, que parezcan gestas imposibles. Supongo que Nolan quería mantenerse fiel a la historia oficial y no exagerar con los enemigos, pero de todas formas una que otra explosión ocasional parece poca cosa comparado con el hastío de estos soldados.
      Es una discusión interesante y ciertamente es difícil intentar ser imparcial, objetivo, y eso que "Dunkirk" no tenía porqué tener este tratamiento patriótico, pues pienso que en relatos bélicos es mejor enfocarse en los personajes, en la guerra que ellos mismos libran en el campo de batalla y no tanto en la guerra que libran por gobiernos o países. Ahora mismo recuerdo "Hell is for Heroes", de Don Siegel, película interesada menos en la campaña heroica ideada por el ejército que en el calvario que unos soldados abandonados deben sortear frente a un enemigo que los supera en número y armamento, y que tiene todo el tiempo a su favor para acabar con ellos. Son elementos, tiempo y espacio (inexorable uno, abierto aunque sofocante el otro), que se pueden notar en "Dunkirk", pero pienso que se utilizan muy poco y son elementos clave para generar tensión, suspenso, empatía, etc. Algunos personajes parecían piezas de dominó más que humanos de carne y hueso.
      De todas formas entiendo lo que Nolan propuso con esta película y, bajo esa perspectiva, supongo que cumple su cometido, y de hecho el visionado, a pesar de su reiteración, se mantiene a flote, fluye y tiene escenas que generan genuino interés (como cuando discuten si el soldado callado es alemán o no: ahí se instalan certeros elementos dramáticos que desarrollan un conflicto en un espacio confinado y con el tiempo inundando en forma de agua la embarcación en la que se encuentran). Que no se niegue que Nolan no puede sostener la acción durante casi dos horas, pero esperaba algo más que un espectáculo visual.
      En fin, perdón por alargarme, ja, ja, (yo, acusando la falta de síntesis de Spike Lee, por ejemplo, y acá me pongo a hablar e irme por las ramas), y ¡gracias por pasar!
      Saludos!

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  2. Le quitas la promoción, el ditirambo pre estreno, y la fe de algunos en el cine de autor - manda carallo, que son antiguos - y se queda en lo que es, la nada.
    Es increible que nos hagan perder el tiempo, y el dinero, de esta manera.
    Hay infinidad de película bélicas, recuerdo al menos tres con el asunto Dunkerke, que son más entretenidas y, sobre todo, creibles.

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    1. Al menos no estoy solo, je, je.
      Nolan tiene una reputación que le permite que cualquier cosa que haga se vea imbuida de excelencia y calidad suprema. No seré su admirador, pero se lo ha ganado bien, al menos tiene una visión propia que lo guía en sus proyectos, lo cual no es nada menor. En todo caso no deja de ser injusto, pues un director semi-desconocido no se habría llevado la misma aclamación de haber dirigido "Dunkirk" en lugar de Nolan, y mucho de lo que apunto se habría reprochado como errores de novato (aunque es cierto que, por ejemplo, la pobre construcción de personajes es una decisión concreta... una decisión errada, a mi parecer, pero no algo producto de la negligencia típica de narradores mediocres. Ciertamente es clara la diferencia entre un error de mediocre y la decisión de alguien que conoce el oficio). Complicada cuestión, claro que sí.
      El plano de Tom Hardy mirando su avión en llamas lo he visto como diez veces antes (persona de espaldas mirando algo en llamas), pero recién ahora es un plano perfecto. Así son los fenómenos sociales. Hay que darle tiempo al tiempo.
      ¡Saludos y gracias por pasar!

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Vamos, dime algo, así no me vuelvo loco...

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