viernes, 23 de diciembre de 2016

Någonting har hänt - 1987


Director: Roy Andersson

Hemos dado un gran salto temporal: desde "Lördagen den 5.10", el último mediometraje de Andersson comentado a la fecha, hasta "Nagonting har hänt" ("Something Happened"), pasaron muchos años. Pasaron muchas cosas. El año 1970 Roy Andersson estrena su opera prima, su primer largometraje, "A Swedish Love Story", el cual es un éxito de crítica y público. Sin embargo, Andersson cae en una fuerte depresión al verse atormentado por deseos de innovar en su forma de hacer películas, en su miedo de repetir temas y estilos. Pasan cinco años y, en el '75, estrena "Giliap", que es un verdadero fracaso, vilipendiado por crítica y público. Decide, entonces, alejarse completamente del cine (desperdiciar cinco años de vida en una puta universidad de mierda provocan el mismo efecto, créanme) y dedicarse a los comerciales. Doce años después, una agencia gubernamental sueca lo contrata para dirigir un cortometraje informativo sobre el SIDA que sería mostrado en escuelas y en servicios de reclutamiento militar. A la agencia no le gustó ni el estilo de Andersson ni algunas de las cosas que sugería, así que lo despidieron, pero el realizador estaba tan metido en el proyecto que eventualmente lo terminó por su cuenta (acompañado de los siempre serviciales e imprescindibles anónimos). Luego haría otro cortometraje, aclamado en diversas proyecciones, razón por la cual su carrera cinematográfica se vería revitalizada tal como la conocemos. Supongo que "Giliap" fue un punto de inflexión, pues si la mirada de Andersson sigue siendo, esencialmente, la misma, su materialidad, su plástica, es radicalmente diferente y singular. Algunos dicen que "Giliap" es un término medio, pero eso lo sabremos cuando la veamos. Mientras tanto, mejor atenerse a lo que tenemos a mano, es decir, este corto. Por supuesto.


En realidad la misma naturaleza divulgativa y pedagógica de su concepción es lo que limita las posibilidades de este cortometraje, finalmente un sugerente pero demasiado ramificado y poco cohesionado film que no tiene ni un hilo conductor preciso ni tampoco, por paradójico que suene, discursivo. Andersson se limita a poner en imágenes una serie de enunciados e informaciones sin mayor lógica cinematográfica. Se dicen, primero, las típicas cosas sobre el tema: que es una enfermedad de transmisión sexual (que no venérea), que también se transmite vía sanguínea, que puede afectar a todos por igual (ya saben, que no es una enfermedad que afectaba sólo a los "indeseables" de la sociedad, como homosexuales o drogadictos, etc.)... Es decir, se busca romper prejuicios y levantar preocupación sobre las causas, no promover la discriminación contra los contagiados. Se muestran métodos de prevención. Se muestran a unos científicos que creen que el SIDA se origina en África, que los monos y los negros, cosas que los desnudan como idiotas racistas. También se muestran los supuestos orígenes de la enfermedad en laboratorios estadounidenses en donde se investigaban los efectos del virus en los animales y cómo prevenirlos en humanos. Como discurso conciliador e informativo cumple en lo básico, vamos. La parte conspiranoica puede ser discutible, pero también puede ser algo sólo estético, algo más relacionado a la cosmovisión misántropa y pesimista de Andersson.
Su nuevo estilo me gusta, o al menos me gustan sus distintas posibilidades: me gustan las distintas capas de cada plano; me gusta la atmósfera impasible y despiadada que transmite; me gusta la ironía que carga cada imagen; me gusta la incomodidad y la extrañeza que causan; me gustan las composiciones decididamente anormales y distanciadas. Lo que no me gusta de este corto es que durante la mayor parte de su metraje ese estilo es sólo eso: una serie de postales de personajes comunes y corrientes de vidas grises que no dicen nada a menos que el narrador o los mismos personajes lo dejen claro textualmente. Una que otra imagen tendrá mayor capacidad de perturbación del ánimo (como la del sujeto en el agua con trozos de hielo o la de los retrasados mentales siendo inyectados), pero a grandes rasgos falta cohesión entre discurso e imagen, fondo y forma, pues, más que una obra con entidad propia, lo visto es un sinnúmero de situaciones que funcionan (a veces) solas pero no en conjunto, como si pretendieras juntar todos los estupendos comerciales de Andersson y hacerlos pasar por película sobre el caos, las coincidencias y la mala suerte. Por lo demás, aunque se repitan un par de personajes, la construcción de un relato brilla por su ausencia. Imágenes-¿?-discurso. A Andersson le faltó el eslabón central. En su siguiente corto lo encuentra y lo potencia magníficamente. Ahora, no.
Eso sí, como curiosidad, "Something Happened" no deja de valer la pena. Me ha gustado más el corto educativo que Gaspar Noé hizo para algún Ministerio francés que buscaba promover el sexo seguro y la prevención de todo tipo de enfermedades o monstruitos indeseados, "Sodomites". Ahora que lo pienso, el cine de Noé y Andersson es mucho más estrecho de lo que creía, al menos en ciertas etapas. En fin, como aproximación a la filmografía posterior de Andersson el presente trabajo no está tan mal. ¿Qué pueden perder?

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