lunes, 16 de mayo de 2016

Hokuriku dairi sensō - 1977


Director: Kinji Fukasaku

Supongo que mi relación con Kinji Fukasaku es de amor y odio, pero no es que o ame u odie sus películas (nunca tan taxativo), aunque él como realizador sí que me genera esas sensaciones con su filmografía tan dispar e irregular. Ha hecho un par de cosas horrorosamente malas, pero también otro par bastante destacable, a veces incluso sublime y hermoso. Con ésta ya son diez películas suyas que comentamos por acá, y les aseguro que, eventualmente, el número crecerá a más del doble. "Hokuriku Proxy War" es un ni fu ni fa, una película de escasos momentos más o menos destacables, lo cual no es ninguna sorpresa aunque, no obstante, sí esperaba algo bueno de alguien con el talento del nipón (no puede ser tan malo abrigar esperanzas de vez en cuando, ¿no?), que sin un buen guión entonces está perdido. Acá se queda a medias, para no sonar tan fatalista. No estoy indignado, quizás me acostumbré a sus discretos resultados. Lástima.


Hokuriku es una prefectura o algo así en donde mandan los yakuzas, sólo que estos yakuzas locales están enfrascados en luchas internas, luchas tan sanguinarias que incluso asustan a los de las grandes ciudades, lo cual no impide que de todas formas lleguen para adueñarse de las bondades de la zona. Así, se desatará una cruenta lucha por el poder.


"Hokuriku Proxy War" es una película de yakuzas en paisaje nevado, y ése, damas y caballeros, sería el gran elemento que la distingue de cualquier otra película de Fukasaku sobre yakuzas peleando por un territorio y matándose los unos a los otros. Podemos concordar en que en este tipo de historias las tramas pueden ser más o menos similares entre sí (mal que mal, todo comienza con algún codicioso que envenena la cabeza de otros jefes o con un sujeto ofendiendo a un alto cargo que clama por una satisfacción), pero por último haces que sea distinta en su tono, su tempo o su atmósfera (o todo lo anterior junto, ¿por qué no?), no por nada destaqué sobremanera "Yakuza Graveyard" y "Sympathy for the underdog", las cuales, si mal no recuerdo, contienen imágenes cargadas de cierto fatalismo y pesimismo, características que van potenciando los otros elementos narrativos y dramáticos. En un inicio una voz en off nos anuncia que nos adentraremos en un territorio sanguinario y salvaje, y yo pensaba, "genial, ¿se viene un Poisonville japonés quizás?"; por desgracia, la violencia que sigue es bastante normalita, y peor, no da la impresión de que se haya construido una cierta mística o aura de peligro en torno a este lugar llamado Hokuriku: en realidad, la tal prefectura es un simple escenario de cartón cuya "leyenda" le sirve a Fukasaku para poner a docenas de yakuzas a golpearse e insultarse y, a veces, asesinarse, todo lo cual es, por lo demás, un conflicto bastante inocuo y repetido, como si los tipos se estuvieran midiendo el miembro porque sí. En este sentido, el conflicto no es tal: no hay tratamiento moral ni de género; el interés y peso dramático son débiles y flojos; el relato, por su parte, es banal acción y reacción, un ir y venir de golpes y mensajes y huidas y venganzas y lo típico. A propósito, más allá del paisaje nevado (que es eso, un simple paisaje, un entorno, algo que da cierto estilo pero poco más), "Hokuriku..." recurre a los mismos lugares comunes o muletillas narrativas/dramáticas que en las peores películas de yakuza de la época, a saber: protagonista rebelde y contestatario que no le hace caso a sus jefes (¿para qué demonios se une a los yakuza entonces?) y se cree la gran cosa; un interés amoroso que es conquistado mediante una violación (estos tipos entran a un lugar y la clavan de inmediato, así como así, ignorando llantos y gritos), aunque en el presente caso no es tan así; la irrisoria escena en donde un solo sujeto es capaz de enfrentarse a cincuenta matones, o el más irrisorio hecho de que un japonés puede sobrevivir a diez puñaladas y veinte disparos en el cuerpo; y otros elementos que no vale la pena enumerar.
El visionado no se hace cansino (por suerte, dentro de todo) pero sí tedioso y algo iterativo, y no ayuda mucho que la trama se ramifique inútilmente, dando como resultado una irritante desorientación y, a veces, confusión; el relato es realmente caótico, y no en el buen sentido, más bien en un sentido que denota descontrol por parte del guionista y del director. Luego tienes que el devenir argumental es muy forzado y poco creíble, especialmente porque se esfuerzan tanto por mantener vivos a personajes que fácilmente morirían si no fueran importantes... Además asistimos a varios tipos de relato, o modelos de relato, como esos que salen en los libros de guión que tanto nos intentan meter por el culo (como si no se pudiera aprender de la materia prima: el cine mismo): primero es cine de mafiosos, luego de venganza, luego de amor, etc., y demás está decir que el director no puede sacarle el jugo a ninguno de ellos, mucho menos a todos como conjunto, si es que eso existe en el presente caso. Por último, llegado el final uno queda con la impresión de que todo es muy nada, de que fuimos estafados porque realmente no se nos contó nada salvo tiroteos y peleas que no conducen a... nada. Cambian cosas, pero en el fondo seguimos igual y nunca nos movimos: estático a rabiar. Es todo muy absurdo, a decir verdad: no hubo resolución, no hubo progresión del conflicto... si se analiza medianamente, veremos que esta película es de lo más vacua e inservible. Eso sí, la escena final es bastante cool y me gustó eso de reventar cabezas con neumáticos, pero eso fue al final y uno no se va a poner a celebrar por cinco míseros minutos.
El punto es que en "Hokuriku Proxy War" verán a un montón de japoneses golpearse y matarse y gritarse (sobre todo gritarse y poner caras raras/graciosas/grotescas) sin motivo real alguno, y no importa que Fukasaku tenga un natural y tremendo dominio audiovisual, pues, con tal remedo de relato y personajes y conflictos, entonces lo suyo se queda en puro espectáculo y extravagancia, y es una lástima, considerando el jugo que le saca el japonés a sus imágenes cuando tiene historias mejor escritas. Si quisiera ver golpes por hora cuarenta, mejor me compro la saga de videojuegos "Yakuza", al menos seré algo más partícipe de la acción, y quizás los juegos tengan mejor historia, vaya uno a saber... tendría que tener dinero para comprarme la saga, o el PS4... (si yo fuera rico, dubi-dubi-dubi-dubi-dubi-dubi-dubi-duuuuu...).

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