lunes, 9 de febrero de 2015

Gitarrmongot - 2004


Director: Ruben Östlund

  Estamos cerca, en tiempo y en "persona", de los premios oscar de este año, pero no dentro de ellos... aún. Entre las cinco nominadas a mejor película extranjera no se encuentra "Turist", cuarta película del sueco Ruben Östlund, que estuve a punto de ver pero desistí a último momento para ponerme al día con su filmografía previa, que no es muy larga tampoco. Cosas interesantes habría hecho el hombre, me dije; interesante debe ser su opera prima, me dije. Y aunque en cierta forma lo sea, no se puede decir que estemos ante una buena película. Yo no rescataría nada de ella ni tampoco la recomendaría, pero siempre es necesario decir qué tiene de malo, de insuficiente, de reprochable. Y antes de continuar, les informo que ahora mismo estoy en un lugar sin internet y que tanto esta entrada como las que vienen están programadas, así que si alguien comenta en una de ellas, por desgracia no estaré para responderle como se debe -no me tomen por maleducado ni desatento, por favor, miren que quiero mucho mi blog-. En fin, continuemos...


  "Gitarrmongot" trata sobre varios ciudadanos que se alejan de la definición convencional de "normalidad": una mujer obsesivo-compulsiva, un grupo de adolescentes que tienen un particular odio por las bicicletas, un guitarrista infantil que pasea por la ciudad tocando su instrumento, entre otros especímenes. Todos estos simplemente hacen cosas por ahí, cosas que en cierta forma muestran sus diferentes personalidades y modos de vida.


  A decir verdad "Gitarrmongont" no es interesante, quizás curiosa e inclasificable. Es también una clara apuesta por parte de su entonces debutante director, apuesta que claramente no le sale bien y que requiere de gran esfuerzo del espectador para poder introducirse en este mundo y empatizar con él, o siquiera para entender de qué va la cosa y qué se nos está contando. Y puede que ahora mismo comience a decir unas cuantas teorías mías, que se sustentan principalmente en que dudo que Östlund haya hecho esta película por las puras, pero la verdad no creo que "Gitarrmongot" nos cuente algo... o sea, el director puede haber tenido toda una gama de intenciones e ideas que comunicar, pero su película falla en transmitir sea lo que sea que Östlund quería decir.
  Entonces, ¿cuáles son las ideas que creo tenía Östlund y que, sin embargo, no pudo transmitir como un buen director debe hacerlo? Déjenme ver... mmm... ¿la gris cotidianidad de los suecos?, ¿una crítica a la aburrida normalidad como modo de vida?, ¿la búsqueda de algo vivo que insufle frescura a las vidas monótonas?, ¿una apología de "los raros" que en sí mismos contienen cierta libertad y anarquía vital? Vaya uno a saber, no puedo ir más allá de meras especulaciones, no puedo ir adivinando las cosas; si el director no sabe utilizar verdaderamente el poder de la imagen, del montaje y otras herramientas cinematográficas no es mi maldita culpa. ¿Qué pretendía Östlund?
  Lo que me hace llegar a dichas "conclusiones" es un par de cosas que se notan de inmediato y denotan la apuesta e intención del director en términos formales y, probablemente, conceptuales o sustanciales -porque tampoco es un pelele sin personalidad que pone la cámara de manera improvisada, aunque no descartaría esa posibilidad-. No se demorarán en notar que la película entera avanza en razón de una escena=un plano, y el plano es fijo, por lo demás -a veces en movimiento pero porque está sobre algo que avanza-. Hay que agregar que dichos planos suelen ser generales, o dicho de otra forma, lejanos a los personajes. Dos cosas se pueden sacar en limpio de todo esto: primero, que dicho posicionamiento visual plantea que el espectador es un observador, neutral y objetivo, de lo que sucede y que sólo ve la verdad de esta gente sin adornos ni nada por el estilo: algo sucede y estamos ahí, con la verdad no manipulada, en directo. Segundo, "Gitarrmongot" tiene una atmósfera documental, como si los personajes no supieran que están siendo grabados y todo sucediera de manera natural, justo para que nosotros observemos estas existencias grises y nos creamos más el cuento de que todo esto es como la vida misma.
  Irónicamente, manipulación total.
  En cuanto a la primera conclusión, debo decir que no está nada mal como apuesta estética, lo que no puedo decir de la segunda, pues esa fusión entre "documental" y ficción acaba siendo confusa y contraproducente. A ratos uno piensa que la cosa es real pero luego se da cuenta de que no, y luego comienzo a discutir conmigo mismo cuál es el punto de ello: ¿ficcionalizar la realidad, hacer real la ficción, burlarse de la vida de la gente reduciendo sus problemas a cuentos o gags? La película pierde aún más su sentido al no decidirse por algo concreto.


  Más allá de todo lo anterior, que es esfuerzo del espectador y no virtud del realizador, "Gitarrmongot" no me ha gustado nada de nada porque como película no funciona bajo ningún punto de vista... quizás al inicio parecía prometer algo, pero al poco rato uno se da cuenta de que la película no ofrece nada, no cuenta nada, y su fórmula se torna cansina y repetitiva...
...Para que se hagan una idea, en cierta forma me recuerda a "Slacker" de Richard Linklater, en el sentido de que estamos ante una sucesión de hechos más o menos comunes y corrientes de la gente de esta ciudad. La diferencia es que la obra de Linklater está compuesta por personajes que aparecen una vez y adiós mientras que en ésta los personajes vuelven a aparecer para invadirnos con sus dramas, juegos y estupideces. Entonces: señora loca, amigos odiadores de bicicletas, pareja amorosa, niño guitarrista, señora loca, niño guitarrista... verán que la repetición se convierte en anodinia y, de nuevo, cada vez pierde más el sentido -si es que lo tuvo en primer lugar-.
  Quizás algún defensor de la película me dirá que ese es el punto de Östlund, que esa es su intención: despojar la vida de estos personajes de efectismos vacuos y grandes acontecimientos para mostrarlos como son en realidad, lo cual puedo comprender y aceptar de no ser porque, en verdad, la película no cuenta nada y es víctima de la incompetencia de su director: "Gitarrmongot" transcurre sin tempo, sin ritmo, sin alma, incluso sin mirada por parte de Östlund... no basta con decir "la vida de estos suecos es gris, aburrida, y necesita emoción anárquica". Cada escena carece de importancia narrativa, de algo que le otorgue un mínimo de humanidad o realidad... qué sé yo; son acontecimientos que a uno lo dejan impasible. Y claro, está demás decir que no hay construcción narrativa ni dramática, y la posición de la cámara por parte de Östlund es su mayor esfuerzo como director. Vuelvo a repetirlo, como película "Gitarrmongot" es débil, agotadora y requiere mucha paciencia; dura sólo 80 minutos pero se siente como si fueran muchos más, y ya saben que a mí no me molesta la cantidad de metraje de una película -poco o mucho- como el hecho de que los minutos sobren, no aporten nada, o, peor aún, que conviertan el visionado de la película en un suplicio.
  Y si seguimos mencionando fallos, esta vez del relato, hay personajes que aparecen un par de veces, a veces sólo una y luego no más, y uno se pregunta el verdadero valor de algunos elementos que vemos en pantalla, de pequeñas historias que se entretejen casi como anécdotas simplonas en vez de sucesos que aporten algo. ¿Que "Gitarrmongot" es el estandarte del "no estilo", de las películas "sin intención y sin objetivos"? ¿Que "Gitarrmongot" es de esas películas que no buscan generar nada para creerse reales, "documentales"? Al diablo con eso, "Gitarrmongot" es de esas películas que son incapaces de hacerse entender o comprender a un nivel mínimamente profundo: es una pérdida de tiempo, un muy fallido intento de reflexión.


  Lo único más o menos rescatable ocurre cerca del final cuando un gran globo sobrevuela los cielos de la ciudad en que se sitúa la historia: parece, sólo parece, contener eso de "el hecho que le da sabor a una ciudad y un vivir gris y rutinario". Y bueno, admito que hay un par de pequeños momentos que igual tienen algo interesante -como lo del bus o esa incómoda charla entre la pareja y el de lentes-, pero más no se puede rescatar de este inexplicable despropósito. El asunto es claro: "Gitarrmongot" es mala película, más portavoz de supuestas intenciones que verdadero cine capaz de transmitir, ya saben, cosas.
  En fin, hay mejores películas que alegren nuestras existencias. Ya me entienden: no vean "Gitarrmongot". Además el guitarrista al que alude el título es muy desagradable, aunque no el más... qué desalentador, ¿no?

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