martes, 12 de noviembre de 2013

Shadows in paradise - 1986


Varjoja Paratiisissa
Director: Aki Kaurismäki

 Este, el tercer filme de Kaurismäki, es también la primera parte de la "trilogía del proletariado", donde vemos historias de gente común y corriente, pero que pasan por cosas no tan comunes y corrientes, todo esto bajo el sello del director, cuya mirada de la sociedad finlandesa y la clase trabajadora no deja de ser interesante y a la vez desoladora.
Veamos que nos dice este filme, "Shadows in paradise".


 Antes de ver esta trilogía siempre pensé que Kaurismäki era mucho más pesimista y malo con sus personajes de lo que realmente es. También pensaba que sus personajes eran seres totalmente fríos, meros transitadores de la vida, sin la mínima intención de cambiar lo que tienen, aceptando su destino y nada más. Quizás me dejé llevar por los personajes de 'Calamari Union' (1985) y de 'Leningrad Cowboys go America' (1989), que eran seres totalmente apáticos, marginales y sin ninguna consideración por el prójimo; y que ante adversidades, sus reacciones eran prácticamente nulas.


  En esta trilogía, claramente, esto no es así.
Sus personajes, para empezar, no son tan fríos como el hielo, aunque sí son bastante parcos en la expresión de sus sentimientos. Aún así, debajo de ese escudo que tienen los personajes, Kaurismäki nos deja ver seres solitarios y hastiados, pero que a pesar de ello desean encontrar algo que los rescate de su situación. Y claro que encuentran ese elemento de cambio que, al contrario de lo que pensaba antes -por los filmes que nombré previamente-, los personajes de esta trilogía sí están dispuestos a luchar para obtener aquello que tanto desean.
Claro que puede que esta trilogía sea una especie de oasis en un desierto donde los personajes de Kaurismäki están destinados al sufrimiento constante, pero para saberlo tendría que ver otros filmes del director finlandés.

De todas formas, y este sería el sello constante en la obra de Kaurismäki -me atrevo a decir-, no falta la crítica a la sociedad finlandesa, que se nos presenta de una manera menos bella de lo que pensaríamos comúnmente. No es una sociedad que roce la perfección, ya que hay un enorme abismo -tanto social como material- entre la clase obrera -que sufre las peores desdichas- y aquellos con una vida de lujos.
Kaurismäki asocia la vida de lujos al relajo total, a una despreocupación y alejamiento de los problemas reales de mucha gente. Por otra parte, asocia la vida de la clase obrera a la corrupción, el crimen, y la apatía y monotonía que llevan a una existencia sin sentido.
Claramente, Kaurismäki no dice que la clase obrera sea corrupta ni criminal, sino que dicha asociación se da más bien por las desdichas provenientes de esos dos males, provocando la apatía mencionada -algo que no sufren los más ricos, cuyos lujos, medios y dinero los protegen de todo mal-.
Ya diré cómo se ve esto reflejado en los filmes de la trilogía.


En este, el primero de los tres, se nos cuenta la historia de Nikander, un recolector de basura que lleva poco más de 20 años en el mismo trabajo, con la misma rutina y casi siempre solo. Su único compañero quiere empezar su propio negocio de recolección de basura, y quiere que Nikander se le una. Cuando todo parece ir sobre ruedas, las cosas comienzan a tambalearse e ir contrariamente a como se quería.
Además de esto, nuevas personas llegan a la vida de Nikander, como Melartin, un amigo que conoce en circunstancias no tan ideales; e Ilona, una mujer de la cual se enamora y con la que comienza un amorío.
(como dato interesante, tanto este filme como los otros dos comienzan con planos de la fábrica donde trabajan sus protagonistas).
Y todo esto lo vemos en los primeros 10-15 minutos.
Kaurismäki es bastante rápido en mostrarnos los hechos, es alguien que va directo al grano -es parte de la forma de ser de sus personajes-, y esto en un filme que dura unos 70 minutos hace que uno sienta que pasan miles de cosas, que tenga la sensación de que se esté viendo un filme más largo de lo que realmente es.


Como ya dije, en los primeros 10-15 minutos vemos lo que señalé, y luego vemos como se desarrolla esta historia de amor en un entorno proletario, con todas las dificultades que surgen de dicho entorno, y de la timidez de ambos enamorados.
Este filme, más que ser un drama -como "Ariel" o "The match factory girl", las otras de la trilogía- o una comedia absurda -como "Calamari Union" o "Leningrad Cowboys go America"- es una historia de amor, un filme romántico con tintes de drama -"I hired a contract killer" es romance con comedia-. Un drama romántico.

Es una historia sobre una pareja de trabajadores que sufren el acoso del medio en el que viven, cuya mayor crueldad es condenarlos a vivir siempre de la misma forma. No quiero profundizar mucho en la historia en sí de este drama romántico, ya que entraría en el terreno del destripamiento argumental, algo que no tolero en absoluto en los demás.
Lo que sí diré es que esta historia se ve salpicada por el crimen -pequeñito-, las diferencias de clases y la corrupción, temas recurrentes en la filmografía de Kaurismäki.

En cuanto al terreno formal, sólo voy a señalar que Kaurismäki filma de una forma bastante sobria. Sus planos son distintivos, sí que lo son. Pone la cámara en lugares que hacen que las imágenes sean bastante interesantes, reflejando la fealdad y desolación de la ciudad. A veces llegan a ser bastante bellos, especialmente cuando la pareja está lejos de la miserable sociedad.
Esta es una interesante diferencia: en la ciudad, los planos son sobrios y "feos"; en el exterior -donde podemos conocer mejor interiormente a los protagonistas- llegan a tener una particular belleza.

La banda sonora cuenta con unas cuantas canciones apropiadas, mayoritariamente tangos -cuando el idioma lo permita, estar atento a las letras- colocados en los momentos justos. Fuera de eso, no hay mayor construcción sonora, salvo aquellos vientos y "silencios" que crean esa atmósfera de distancia y apatía.


  Finalmente, debo señalar que, a grandes rasgos, este filme me ha tenido un tanto desconectado, y no lo digo como si fuera un mal filme, porque claramente no lo es, sino que siento que la timidez y parquedad de los personajes es demasiado grande y se transmitió hacia mi. Pero bueno, quizás ese sea un logro del director, quién sabe. Quizás la atmósfera haya sido extremadamente efectiva. Pero a pesar de ello no puedo negar que es un buen filme y que, más allá de no estar del todo concentrado en determinados pasajes, sí deja una muy buena impresión y sabor de boca. Al menos los postulados e ideas de Kaurismäki son lo suficientemente estimulantes como para seguir viendo sus otras cintas.
Debo agradecer que esta historia no haya caído en la cursilería barata -eso sería para los burgueses, como diría Paul, de "The third generation"-. En este sentido el filme es coherente.

¿Qué es el paraíso, es estar enamorado? ¿Es el paraíso un terreno eternamente iluminado por la felicidad?
Puede que hayan unas cuantas sombras de vez en cuando, pero paraíso sigue siendo, y es sabio saber evitar las sombras a futuro.
Los personajes fueron sabios, pero nadie predice el futuro.
Es la ironía de Kaurismäki.























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